jueves, 30 de abril de 2015

Lentes Intraoculares


¿Cómo pueden ser las lentes intraoculares?

Las lentes intraoculares se pueden clasificar según el tipo de material, en rígidos o flexibles.

Los lentes intraoculares rígidos están hechos en polimetilmetacrilato. En raras ocasiones son utilizados en la actualidad, ya que, como estos lentes miden entre 5 y 7 milímetros de diámetro, cuando se utilizan en la facoemulsificación, es necesario agrandar la incisión original de 2 mm y algunas veces se deben colocar puntos para cerrar el ojo.

Con el avance tecnológico, se desarrollaron los lentes intraoculares flexibles (también llamados plegables). En las figuras 10 a-e se muestra cómo se implantan estas lentes. Estos lentes casi siempre se introducen enrrollados con inyectores por una incisión de tan sólo 2 mm. Una vez dentro del ojo, se desenrollan, hasta alcanzar un diámetro de 6 mm.

Como la incisión no se amplía, la herida es autosellante y no son necesarios los puntos. Si al final de la operación se sospecha que la herida no es autosellante, se le coloca un punto para asegurar el cierre hermético de la operación. Esto no es contraproducente en cuanto a los resultados visuales.


Las lentes intraoculares también se clasifican según la capacidad de enfocar a diferentes distancias en monofocales (enfocan en una sola distancia) o lentes para corregir presbicia (los que a su vez pueden ser multifocales o acomodativos).

Tanto los lentes monofocales como multifocales presentan versiones tóricas (que corrigen astigmatismo). Estas versiones son muy recomendables en pacientes con astigmatismo corneal. Como sucede con las lentes tóricas en anteojos y lentes de contacto, estas lentes intraoculares deben quedar implantadas con una orientación determinada por el astigmatismo corneal para mantener su efecto. En caso de no ser así, puede ser necesaria una reintervención para orientarlas adecuadamente.

Después de operado es muy probable que se maneje sin anteojos para las tareas habituales, pero podría necesitar un anteojo de pequeño aumento para alcanzar su máxima visión, de uso ocasional.

El cristalino natural tiene la posibilidad de cambiar su poder para enfocar objetos a distintas distancias. Hacia los 40 años, la elasticidad del cristalino comienza a disminuir y paulatinamente se pierde la capacidad de enfoque, siendo necesario el uso de anteojos para leer.

Como el poder de la lente intraocular monofocal no es variable, en general se elige el poder necesario para que el paciente vea bien de lejos–aunque a veces sea útil un anteojo para ver detalles a la distancia-.. Por lo tanto, para las actividades de cerca (como leer o coser), es muy probable que necesite anteojos de lectura. En caso de que haya una astigmatismo corneal, para lograr el objetivo de ver bien de lejos la lente intraocular debe ser tórica, pues con lentes monofocales convencionales el paciente necesitará anteojos de lejos y de cerca.

La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (Food and Drugs Administration, FDA) aprobó la utilización de lentes intraoculares multifocales (figura 11) en la facoemulsificación para que el paciente logre la visualización de imágenes en diferentes distancias, logrando un mayor nivel de independencia del uso de los anteojos. Este alto nivel de independencia a los anteojos, sumado a la alta seguridad que presenta la facoemulsificación, permite que el implante de la lente intraocular multifocal sea una alternativa más para la corrección quirúrgica de la presbicia.

BIBliografía

http://www.institutodelavision.com/


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