miércoles, 31 de octubre de 2012

Revisiones en el Niñ


¿A QUÉ EDAD SE DEBE HACER UN EXAMEN VISUAL, UN NIÑO?



Todos los profesionales saben las dificultades que entraña cualquier exploración en un niño, especialmente si éste es menor de 3 años. Sin embargo esto no quiere decir que se tenga que postergar el examen visual hasta que el niño sepa hablar o expresarse por sí mismo, máxime si hay antecedentes familiares.

Quizás esta idea, es la responsable de que numerosos niños se inicien en la etapa escolar con un problema visual que pueda interferir, ya desde el principio, sobre el rendimiento académico.

" Cuanto antes se detecten los problemas visuales, mayor oportunidad tendrá el niño de adquirir las mismas habilidades, capacidades y destrezas que los demás ".

La edad inicial y la frecuencia de las revisiones van a depender de factores tales como predisposición familiar y presencia de sintomatología.

En líneas generales, aunque no hay una pauta definida, se pueden establecer unos criterios básicos, que pueden coincidir con cada una de las etapas del desarrollo.

ETAPAS DEL
DESARROLLO
EXAMEN RUTINARIO
EXAMEN POR
ANTECEDENTES

ETAPA DEL SUELO
9-12 meses                                
6 meses o según recomendación

ETAPA BIPEDESTANTE
1-3 años
1-2 años o según recomendación

ETAPA MONOPEDESTANTE
3-5 años
3 años o según recomendación

ETAPA DE LATERALIZACIÓN
5-8 años
5 años o según recomendación

MAYORES DE 8 AÑOS
Cada 2 años
Según recomendación


VISITA PEDIÁTRICA

Para aprender a caminar, el niño primero debe arrastrarse posteriormente gatear, ponerse de pie, caminar con ayuda y finalmente caminar solo. Un proceso similar tiene lugar en la adquisición de las habilidades visuales, de manera que primero el niño desarrolla el control oculomotor grueso y habilidades perceptivo-visuales simples y ulteriormente desarrolla el sistema fino y complejo.

Cada habilidad visual se construye una sobre otra de manera gradual, a medida que el niño se desarrolla. Pero ciertos niños sufren una inmadurez en el desarrollo, haciendo que el niño deba empezar la etapa escolar con habilidades inferiores a la de sus compañeros.

Desarrollo visual

La visión en el recién nacido no está suficientemente desarrollada. El niño presenta una mirada vaga durante los primeros días y tiende a mirar preferentemente a estímulos luminosos.

Al mes de vida, comienza a fijar la mirada y lo hace generalmente mirando a su madre, mientras le da el pecho y con otros estímulos en movimiento que le llaman la atención.

Entre el mes y medio y los dos meses, el bebé comienza a sonreír cuando se le acerca la cara. A partir del segundo o tercer mes tiende a querer tomar con la mano aquello que mira (movimientos de coordinación ojo-mano).

En la siguiente tabla tenemos una muestra esquemática sobre la relación normal entre la visión y el desarrollo:

De 0 a 8 semanas
¿Mira fijamente al entorno cuando está despierto?.
¿Sostiene brevemente la mirada sobre una luz brillante?.
¿Parpadea ante destellos?.
¿Mueve la cabeza y los ojos juntos al seguir un objeto con la mirada?.
¿Un ojo puede parecer que en ocasiones se desvía?.

De 8 a 24 semanas
¿Los ojos comienzan a seguir objetos en movimiento (8-12 semanas)?.
¿Miran a la cara de los padres al hablarle (10-12 semanas)?.
¿Comienzan a mirar sus propias manos (12-16 semanas)?.
¿Mueve activamente los ojos para inspeccionar el entorno (18-29 semanas)?.
¿Comienza a buscar y mirar objetos cada vez más distantes (20-28 semanas)?.

De 30 a 48 semanas
·¿Puede girar los ojos hacia adentro mientras mirar sus manos o juguetes (28-32)?.
¿Busca el juguete que deja caer (32-38)?.
¿Examina los juguetes que puede sostener (38-40)?
¿Responde visualmente a las sonrisas y a las voces de otros (40-48)?

De 12 a 18 meses
¿Utiliza ambas manos y dirige su actividad visualmente(12-14 meses)?.
¿Visualmente se interesa por dibujos o imágenes sencillas (14-16 meses)?.
¿Señala objetos o personas usando palabras como "mira"(14-18 meses)?.
¿Busca para identificar los dibujos en los libros (16-18 meses)?.
" Retrasos aproximados de una o dos semanas pueden ser normales, pero cualquier retraso mayor definido u omitido, debe tenerse en cuenta y prestarle la atención necesaria "

2.3 protocolo de atención optométrica-infantil

· Historia del caso:

En nuestra consulta, los padres o tutores del niño deben rellenar un formulario previo, en donde se recogen datos o cuestiones relativas a la historia:
familiar ocular y médica.
sobre la salud del niño.
sobre el desarrollo evolutivo y psicomotor del niño.

Realización de pruebas de agudeza visual y graduación:

La agudeza visual se puede definir como la capacidad para distinguir detalles pequeños. En los primeros meses, el mundo visual del bebé se reduce a distancias muy próximas. Como esta habilidad se va desarrollando a medida que el bebé crece, en las etapas sucesivas el niño va mostrando cada vez un interés mayor por las distancias intermedias, y finalmente, será a partir de los 4 años, cuando se haya desarrollado a distancias más lejanas.

Es difícil evaluar la agudeza visual de manera precisa en niños tan pequeños; puesto que se encuentran en una fase pre-verbal, sin embargo, a través de una batería de pruebas cualitativas y cuantitativas, se puede obtener una información valiosa. Es frecuente la utilización de pruebas tales como la prueba de preferencia de mirada o la prueba del tambor optocinético, puesto que no exige la colaboración verbal del paciente.

Edad
Porcentaje
visual esperado


Recién Nacido
5 %

3 meses
20 %

6 meses
30 %

12 meses
50 %

18 meses
60 %

4 ó 5 años
100 %


· Evaluación oculomotora:

Con esta prueba evaluamos la precisión y la exactitud con que los movimientos oculares siguen un estímulo en movimiento. A los pocos meses de edad, la velocidad ocular es lenta e imprecisa, pero con el tiempo deben hacerse más suaves y precisos.

También es normal que los niños pequeños presenten un moderado grado de asociación entre los ojos y la cabeza, pero dicha asociación debe ir disminuyendo, a medida que el niño se desarrolla.

· Pruebas del desarrollo de la visión binocular:

Con esta prueba se evalúa la capacidad que tiene el niño para juntar las imágenes formadas por cada ojo en una sola. A través de diversas pruebas fusionales y estereoscópicas adaptadas a cada edad, se determina el grado de coordinación entre los ojos.

Con frecuencia, una alteración de la visión binocular, es la responsable de que el niño desvíe un ojo, pudiendo desarrollar con el tiempo el ojo "vago" y/o baja percepción de profundidad o de relieve.

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TEL:  (0133)36140405

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