Los llamados nutrientes especiales son un grupo de elementos representados por unidades como el triptófano, arabinogalactanos y la luteína. De éste último componente hablaremos en el día de hoy: la luteína es básicamente un pigmento liposoluble de color amarillo correspondiente a la familia de los carotenoides. Puede hallarse en organismos como las algas y otras plantas superiores (también radican en diversos tipos de bacterias). La luteína, como muchos otros de éstos nutrientes especiales, produce grandes efectos en la salud del hombre siendo su función primordial contribuir de lleno en la prevención de diferentes tipos de las patologías del sistema ocular.
“Nuestro organismo necesita una serie de nutrientes especiales para poder completar de forma correcta una buen número de tareas. En el caso de la luteína, es fácil de consumir pues se halla en vegetales y otros alimentos de consumo común, ésta es fundamental para cuidar la vista y aminorar las chances de sufrir diferentes enfermedades emparentadas con la perdida de uno de los sentidos más importantes. Actualmente, la luteína se encuentra en proceso de estudio con buenos resultados pues se han encontrado otros beneficios que, si bien aún están siendo aseverados mediante datos empíricos, relacionarían su consumo con un mejoramiento de la condición general de la piel y otros órganos del cuerpo humano” dice un profesional de la salud.
Con respecto a las propiedades de la luteína, como ya dijimos se trata de un nutriente liposoluble, esto significa que su absorción disminuye cuando se consume a partir de vegetales carentes de grasa (oscila entre un 38 y 45%). Sobre sus funciones dentro del sistema del hombre, podemos destacar algunas como por ejemplo contribuir en la protección de la retina frente a las luces ultravioletas, prevenir la perdida de la vista y retrasar el envejecimiento ocular, fortalecer el globo ocular y mejorar la calidad de la visión. Además, la luteína es considerada como un gran antioxidante, otro gran aporte para la salud del hombre en el caso de consumirla.
Los alimentos en los cuales podemos encontrar interesantes dosis de luteína son: maíz, perejil, berro, repollo, lechuga, yema de huevo, brócoli y espinacas, entre otros.
Otros de los métodos de obtener luteína es mediante un cultivo en la microalga Muriellopsis que se puede usar como aditivo en los alimentos (colorante biológico, por ejemplo).
La luteína representa, tal como se pudo apreciar en las líneas preliminares, un gran método para mejorar la alimentación y, junto con ese ejercicio, prevenir patologías oculares del tipo degenerativo. ¡A echarle un ojo, entonces, a la luteína!.
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