martes, 15 de octubre de 2013

DÍA INTERNACIONAL DEL BASTON BLANCO



¿Sabias que fue un argentino el que invento
el baston blanco?


Cuentan los historiadores que el mediodía del 22 de junio de 1921, Jose Mario Fallótico vio a una persona, a la cual entendió que se trataba de un ciego, que se encontraba esperando para cruzar en la esquina de la calle Medrano y Lezica de la Ciudad de Buenos Aires. Fallótico ayudó al discapacitado, pero quedó obsesionado con una pregunta: ¿Cómo hacer para distinguir a un ciego y poder ayudarlo? 

La idea siguió a este santafesino, que por aquel entonces vivía en el barrio de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, hasta que dio con la solución que consultó en la Biblioteca Argentina para Ciegos: un bastón blanco serviría para distinguirlo. 

José Fallótico nunca patentó su invento, fueron los estadounidenses quienes se adueñaron de la novedad, cuando George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso. 

La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho elemento se hizo universal. Curiosamente los estadounidenses celebran el "Día Internacional del Bastón Blanco", pero desconociendo quién es el inventor.



Jose Mario Fallótico





Historia detallada del origen del invento, contada por 

la sobrina del inventor.


A 75 años del aporte de un santafesino a toda la humanidad, su sobrina Isabel Fallótico rememora la excelente idea de su tío abuelo.

“En el año 1921 mi tío abuelo iba caminando por Buenos Aires, cuando en la esquina de Medrano y Lezica, observó que iba a cruzar un hombre que, después entendió, era un ciego. La persona amagaba, intentaba cruzar y no podía; y los coches pasaban por adelante de él. A partir de allí se le ocurrió algo: fue hasta su casa, buscó un bastón y lo pintó de blanco con la idea de que eso identifique a los ciegos”, relata Isabel.

Con la idea del bastón blanco, José Fallótico concurrió hasta la Biblioteca Argentina para Ciegos y conversó con quien en ese entonces era el presidente, Agustín Ferregufo, quien dio la aprobación institucional para que el dispositivo se convirtiera en un instrumento de uso distintivo para las personas que no pueden ver.

Así nació en nuestro país el bastón blanco, y el primero en usarlo fue un señor llamado Fidel.

blanco


Dueño ideal

José Fallótico nunca patentó su invento, “él era un persona muy humilde”, destaca su sobrina.

Fueron los norteamericanos quienes de algún modo se adueñaron de la novedad, cuando George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso.

La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho elemento se hizo universal. “Como con todo, los norteamericanos celebran el Día Internacional del Bastón Blanco, pero no saben quién es el inventor”, cuestionó Isabel Fallótico.


baston

Rememorar a un grande

José Fallótico era el hijo del primer boticario de San Vicente. Estudió en Santa Fe, pero luego se dedicó a la hojalatería y se fue a vivir a Buenos Aires, donde concibió el dispositivo que hasta el día de hoy ayuda a las personas no videntes.

“En Santa Fue vivo sólo yo y tengo un hermano en la ciudad de Esperanza. Luego tenemos familiares en Buenos Aires, en Córdoba y en Rosario, y ellos se encargan de difundir la historia de José en el resto del país”, explicó Isabel. 


¿Cómo funciona el bastón para ciegos?


El bastón supone para el ciego una prolongación de su cuerpo. Esta herramienta táctil, fabricada con fibras sintéticas, guía los pasos del invidente, haciéndole notar sobre qué tipo de superficie está caminando y proporcionándole asimismo información acerca de su ubicación. El contacto del puntero con el suelo remite unas vibraciones al ciego, que son más intensas cuanto más dura es la superficie sobre la que se encuentra.

En el mercado, existen actualmente distintos modelos de bastones, cada uno de los cuales presenta un tipo diferente de agarre. Su diseño es uno u otro en función del servicio que están destinados a proporcionar, dependiendo del grado de ceguera del usuario. Así, el modelo B1 está diseñado para guiar a ciegos totales, el B2, a aquéllos que distinguen levemente luces y sombras, y finalmente el B3 orienta los pasos de los invidentes que todavía presentan algún resto de visión.

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