Los problemas oculares pueden ser una auténtica pesadilla para todos los diabéticos. Cualquier patología del ojo, llegado a casos extremos, puede causar pérdida de visión o incluso ceguera. Generalmente, la enfermedad ocular en la persona que tiene diabetes puede ser controlada y tratada si se realizan los estudios correspondientes y sobre todo un control estricto de la glucemia, del azúcar en la sangre. Coincidiendo con el Día Mundial de la Diabetes, el Dr. Josep García Arumí, oftalmólogo especialista en retina del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona, insiste en la importancia del diagnóstico precoz
Diagnóstico precoz
Según explica el Dr. García Arumí, "la parte del ojo que se ve más afectada a causa de la diabetes es la retina. Una de las primeras manifesaciones será una disminución de la visión". Y añade:
"Si la retinopatía se diagnostica en estadios precozes de la enfermedad y se trata adecuadamente, los pacientes van a conservar una buena agudeza visual".
Incidencia de la diabetes
En la diabetes tipo II, la del adulto, los síntomas no son muy claros. Es por ello que hay una parte de la población con diabetes que aún está por diagnosticar. Se calcula que la diabetes afecta a unos cinco millones de españoles y a medio millón en Cataluña. "Si los pacientes no están bien diagnosticados, la diabetes va dañando los vasos de la retina y va desarrollando estas lesiones en la retina que provocaran la disminución de la visión del paciente", afirma el especialista en retina.
Cómo identificar los síntomas iniciales
La retinopatía diabética aparece de una forma incidiosa. Se produce una disminución progresiva de la visión. En los primeros estadios se presenta una visión borrosa, a veces aparecen moscas volantes ya que pueden producirse pequeños sangrados en la cavidad del ojo. No es una pérdida brusca de visión. Cuando los estadios son más avanzados si que pueden producirse hemorragias. A veces los pacientes de edad avanzada, asocian la pérdida de visión con una catarata, explica el Dr. Garcia Arumí.
Pronóstico
Si el paciente es consciente de que tiene una enfermedad y se trata correctamente, el pronóstico es bueno, afirma el Dr. Garcia Arumí. Hay pacientes, explica, que son resistentes a ser tratados tanto a nivel ocular como general ya que el tratamiento implica una disciplina a nivel de dieta y de tratamiento. "Que el paciente sea consciente del que representa el control de la enfermedad, es nuestro caballo de batalla", concluye el especialista.
Bibliografía http://www.vivirmejor.com
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