Fue en 1959 cuando el grupo Los Platters cantaban su éxito número uno “Humo en tus ojos”. Fumar era socialmente aceptado, y la mayoría de nosotros no tenía ni idea de que produjera más muertes que la mayoría de otras causas en la historia moderna.
En un rápido avance hasta el siglo 21. nos encontramos que diariamente estamos bombardeados por las advertencias sobre los riesgos de salud relacionados con el tabaquismo. Historias y anuncios abundan sobre el riesgo de cáncer pulmonar, accidentes cerebro vasculares y enfermedades cardíacas, problemas de salud relacionados con fumar sin embargo, con frecuencia no se habla de los graves efectos en la visión y salud ocular.
El humo del tabaco está formado por alrededor de 4 mil compuestos,la mayoría de los cuales son tóxicos. Cuando estas toxinas flotan en el aire muchos de ellos irritan la conjuntiva, la película delicada que cubre el blanco del ojo. Estas sustancias tóxicas irritan sus terminaciones nerviosas, secándola y provocando escozor y ardor en sus ojos. Se ha confirmado que incluso los no fumadores han tenido que hacer frente al humo en una fiesta o en un club. Los ojos se enrojeces y secan rápidamente. Con la sensación de arena y la nariz y la garganta resecas con tan sólo unos pocos minutos de exposición?
Es incluso peor si usas lentes de contacto. El ojo es muy sensible al medio ambiente. Debido a que fumar reseca los ojos rápidamente, los lentes de contacto se vuelven irritantes y peligrosos. Si se resecan, los lentes de contacto pueden lastimar la superficie de la córnea, la ventana transparente en la parte delantera del ojo, aumentando el riesgo de una infección ocular. Una infección bacteriana relacionada con los lentes de contacto puede provocar queratitis microbiana, un riesgo particularmente desagradable para los ojos.
La irritación crónica de la parte exterior del ojo ocasionada por fumar, puede causar daños a largo plazo. Investigaciones realizadas por expertos muestran que los fumadores tienen 82% más de probabilidades de sufrir de ojo seco. Dejar de fumar ayuda, pero incluso los ex fumadores tienen una incidencia de 22% más de ojo seco que los que no fuman. Muchos fumadores creen que pueden hacer frente a un poco de irritación en los ojos, pero no se dan cuenta que el verdadero peligro está al acecho en su capacidad de su visión.
Riesgo en capacidad visual
Aparte del cerebro, el ojo es uno de los mayores consumidores de oxígeno en el cuerpo. Para funcionar correctamente, necesitan un flujo continuo de oxígeno y nutrientes. Fumar reduce gradualmente elsuministro de sangre en el ojo provocado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el espesamiento de la sangre. A medida que el ojo sufra de carencia de oxígeno vital, se incrementa el riesgo para la visión.
Dos de las principales causas de deficiencia visual grave y ceguera son las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Aunque la edad es el factor principal en ambas enfermedades, los fumadores desarrollan ambas con mayor severidad que los no fumadores.
Privar a los ojos de oxígeno también crea otros peligros. Fumar puededañar su visión nocturna, poniendo en peligro su propia seguridad y otras personas cuando maneja en la noche. El glaucoma, otra enfermedad degenerativa del ojo, suele ser provocada por un suministro sanguíneo insuficiente al nervio óptico. Esta enfermedad le puede costar la mayor parte de su visión sin darse cuenta.
Incluso si un fumador no se preocupa por su propia visión, es necesario que piense en la visión de sus hijos. Los peligrosos efectos del hábito de fumar pueden transmitirse a través de la placenta al bebé. Los hijos de madres fumadoras son propensos a desarrollar estrabismo. En muchos casos, la única solución es la cirugía inmediata después del nacimiento, para evitar un daño permanente a los ojos.
El vínculo entre el tabaquismo y una serie de condiciones oculares graves es muy conocido y no puede ser ignorada. El viejo hit de 1959, de Los Platters es ahora muy cierto. El humo, literalmente, se mete “En tus ojos"